Gafas y turismo: ¿qué debes tener en cuenta si viajas con ellas?

Hacer turismo significa andar, descubrir, exponerse al sol y, a menudo, pasar muchas horas fuera de casa. Y si llevas gafas, tanto graduadas como de sol, cuidarlas y escoger las más adecuadas, puede marcar la diferencia entre disfrutar del viaje o realizar reajustes constantes. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para vivir tus escapadas con una mirada cómoda y bien protegida.

Gafas de sol: no son sólo para la playa

Las gafas de sol son un imprescindible en verano, pero no sólo cuando vas a la playa y estiras la toalla. Si haces turismo urbano o de montaña, las necesitas igual, especialmente cuando caminas por ciudades con mucha reflexión de luz (como las adoquinadas) o en alta montaña, donde la radiación es más intensa.

Unas buenas gafas de sol evitan el cansancio visual: andar horas bajo el sol sin protección hace forzar la vista de forma constante. Además, mejoran la visibilidad y la seguridad: si conduces, vas en bici o exploras senderos, unas buenas gafas polarizadas te ayudarán a ver mejor los contrastes y relieves. Escoge gafas de sol con filtros UV400 y lentes polarizadas si realizarás actividades al aire libre o agua.

Graduadas y cómodas: la clave para no ir todo el día tocándote la cara

Cuando viajes, las gafas graduadas deben ser resistentes, ligeras y adaptadas al tipo de viaje. Aquí tienes algunas pistas útiles:

• ¿Viajes activos o de naturaleza? Busca gafas con varillas flexibles y materiales como el TR-90: aguantan golpes y pesan muy poco.
• ¿Turismo urbano o cultural? Prioriza el confort, sobre todo si leerás guías, mapas o harás fotos constantemente.
• ¿Muchos cambios de temperatura (avión, museos, aire acondicionado)? Utiliza tratamientos en las lentes para evitar que se empañen cada dos por tres.
• Si llevas lentes de contacto, lleva siempre las gafas graduadas de repuesto encima. Nunca se sabe cuándo puede ser útil descansar la vista o si las condiciones ambientales (polvo, viento, arena) te molestan con las lentillas puestas.

Accesorios que te ayudan más de lo que piensas

Cuando viajas, el accesorio que no llevas es lo que acabas echando de menos. Aquí van los más útiles:

• Cordón o cadena para las gafas: práctico y de moda. Te permite quitarlas y ponerlas sin riesgo de caída.
• Spray limpiador y gamuza pequeña: el sol, el viento y el sudor hacen que las gafas se ensucien mucho más rápido.
• Funda de transporte resistente y compacta: olvídate de tirarlas a la bolsa. Protegerlas bien significa tenerlas a punto todo el viaje.

¿Unas de repuesto? Depende del tipo de viaje

Si marchas muchos días o en un sitio remoto, tener unas segundas gafas (de vista o de sol) puede ser un salvavidas. No hace falta que sean las más nuevas, pero sí funcionales. Si tus principales se rompen o se pierden, lo agradecerás.

Prepárate antes de marcharte

Pasa por Óptica Pasteur antes de tu viaje y:

• Revisa que la graduación sea correcta.
• Comprueba que las gafas se ajusten bien y no resbalen.
• Pide consejo según el tipo de destino: tenemos modelos y soluciones adaptadas a todo tipo de rutas.

Este verano, que las gafas no te hagan la puñeta. Protege tu vista, gana en comodidad y disfruta del viaje desde el primer momento.